Nos
sumergirnos en la historia, un autentico viaje al abismo.Vamos a adentrarnos
en el frío y oscuro naufragio del TITANIC.
Después
de la Revolución Industrial nació una época dorada, lleno de nuevos
descubrimientos. En 1909 en Belfast (Irlanda del Norte) se construyó el que
sería el mayor buque de lujo de esos tiempos, el TITANIC, de la mano de los
astilleros Harland and Wolff.
Su
historia todavía nos deja asombrados, pues la noche estrellada de 1915 el mar
estaba realmente tranquilo. Espeluznante e inolvidable. No puedo imaginarme
cómo el gélido frío del Atlántico fue capaz de calar en pocos minutos en los
cuerpos de cientos de pasajeros. Las aguas se abrieron para tragarse aquello
que parecía ‘insumergible’, una demostración de la excesiva confianza del
hombre ante la naturaleza. En menos de
tres horas desapareció bajo las olas, llevándose consigo 1.500 vidas.
Simboliza esa época o, lamentablemente, su
final. Cuanto peor se ponen las cosas ahora, más pensamos en ese barco y en
todo lo que se hundió con él.
Os
preguntareis… ¿y los botes salvavidas? Sin lugar a dudas los botes salvavidas podrían haber
llevado a mil personas aproximadamente, pero muchos abandonaron el barco sin
que se ocuparan todos los sitios disponibles. Gritos, llantos….¿Qué habríamos hecho cada
uno de nosotros en tal situación? ¿Cuál es el límite del pánico cuando cala en
los huesos y el horror penetra en la mente? Todo desaparece. Nada tiene
sentido. Sólo lucha sin cesar nuestro mecanismo llamado supervivencia.
Dualidad: vida o
muerte en cifras
El
TITANIC tenía 269 metros de largo, lo que lo convertía en el barco más grande
de su tiempo. Hoy en día se encuentra a más de 4 km de profundidad donde los
microorganismos se han apoderado del mismo dibujando una realidad fantasmagórica.
Murieron 1.523 personas ¡Se salvaron 705!
1a clase se salvó el 60%. El 94% era mujeres y niños.
3a clase: se salvó el 14% de los hombres y 57% de las mujeres y niños.
Belleza Señorial Interior
Los
camarotes de 1a clase podían compararse con las habitaciones de los mejores
hoteles del mundo: extrema elegancia y delicada belleza. Todos ellos podían
disfrutar de los exquisitos baños turcos, piscina lúdica y del gimnasio
dedicado sólo a los miembros de primera. Quizás la la estancia on mayor encanto
fue el famoso Café Parisian, una cafetería acristalada decorada con estilo
colonial y con muebles de mimbre. La gran escalera con su techo abovedado y con
pasamanos tallados es, probablemente, el elemento más peculiar del barco. Se
extendía a lo largo de 6 pisos.
Los
camarote de 2ª y 3ª clase no alcanzaban estos estándares pero eran un lujo para
muchos. Algunos camarotes tenían capacidad para dos personas y otros para un
máximo de diez. El comedor y el salón de 3ª clase estaban pintados de blanco, y
la sala de fumadores estaba revestida con paneles de roble. Una decoración
sencilla pero refinada ¡Incluso podían gozar de un ascensor!
El encanto de la
ostentación
La ropa que llevaban los
pasajeros del TITANIC era variada, debido a la fuerte división de clases que
había en 1912. Por la tarde, los pasajeros de 1a clase se vestían con sus
mejores galas para asistir a la cena. Los hombres llevaban
esmoquin con pajarita blanca, sombreros de copa y zapatos relucientes. Las
mujeres se ponían sus mejores vestidos y joyas. Se dice que una pasajera de
primera clase llevó setenta vestidos para una semana que duraba el viaje.
Lo que se llevaba entonces
era la seda. Las mangas eran abombadas y estaban
ribeteadas con encaje. Los adornos diseñados con puntilla eran también muy
populares. En 3a clase, los hombres llevaban bombachos y camisas; las mujeres
vestían faldas largas, botas y blusas de cuello alto. En el medio, los
pasajeros de 2a clase disponían de algo de ropa entre la que podían elegir,
pero aun así, solo podían soñar con los armarios de los pasajeros de primera
clase.
Margaret Brown, superviviente
nº17610
Conocida
como Molly Brown fue
una de las primeras mujeres en subirse a un bote de sólo 20 personas. El nº6. En el Carpathia, una vez
rescatada empezó a hacer listas de los pasajeros y recaudó una
importante cantidad de dinero para ayudar a las familias que
viajaban en el buque.
Su
heroísmo en la asistencia a los sobrevivientes de otros y hacer que la gente de
seguridad fue reconocida después de su regreso, incluso con la Legión de Honor
francesa en 1932. Molly Brown era el jefe del Comité de los Supervivientes
del TITANIC, que apoya los inmigrantes que habían perdido todo en el desastre,
y ayudó a obtener un monumento erigido a los sobrevivientes en
Washington, DC.
Su
fama como superviviente le ayudó a promover los temas por los que ella había
estado luchando, los derechos de los trabajadores y las mujeres, la educación y
la alfabetización de los niños. Durante la I Guerra Mundial, estuvo trabajando con el
comité Americano para la Francia devastada. Reconstruyó áreas que habían quedado
arrasadas y ayudó a los soldados franceses y americanos. Fue condecorada con la
legión de honor francesa poco antes de su muerte. Durante los últimos años de
su vida fue actriz. El 26 de octubre de 1932, cuando tenía 65 años,
fue víctima de un maligno tumor cerebral.
Regresa de nuevo, réplica 2016
Uno de los hombres más
ricos, Clive Palmer, de Australia anunció que construirá el TITANIC II, un
trasatlántico que será una réplica del buque original que se hundió hace 100
años y cuyo primer viaje entre Inglaterra y Nueva York está previsto para finales
de 2016. El TITANIC II contará con 840 habitaciones y nueve cubiertas, al igual que su
predecesor, además de tener "lo último en comodidades y lujos, como
gimnasios y piscinas a bordo, biblioteca y restaurantes de clase alta".